Indice aterogénico - La información más completa: Trastornos lipídicos

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sábado, 28 de mayo de 2016

Indice aterogénico y trastornos lipídicos

Indice aterogénico y trastornos lipídicos
Los trastornos lipídicos abarcan un grupo de factores que causan irregularidades en los niveles de los lípidos, su metabolismo y en las lipoproteínas plasmáticas. 

Estos trastornos tienen una importancia clínica destacable ya que representan un factor de riesgo importante en el desarrollo de la ateroesclerosis (que se obtiene con el índice aterogénico) y futuras enfermedades vasculares tales como la enfermedad coronaria. 

El progreso de las ciencias básicas y epidemiológicas han proporcionado una visión más amplia sobre la función que tienen los lípidos en la génesis de trastornos lipídicos, esto ha reformado la orientación clínica-terapéutica empleada para el abordaje de estas patologías. Sin embargo no hay que olvidar que tanto el colesterol como los triglicéridos son importantes grasas de la sangre. El colesterol es un componente esencial de las membranas celulares, de las células cerebrales, nerviosas y de la bilis, que contribuye a la absorción de grasas y de vitaminas liposolubles por parte del organismo. 

El colesterol permite sintetizar la vitamina D y varias hormonas, como los estrógenos, la testosterona y el cortisol. Los triglicéridos, presentes una vez descompuestos, se utilizan para obtener la energía necesaria para llevar a cabo los distintos procesos metabólicos. Los triglicéridos se producen en el intestino y en el hígado a partir de moléculas de grasa más pequeñas, llamadas ácidos grasos. 

Algunos tipos de ácidos grasos los produce el propio organismo, mientras que otros se obtienen de los alimentos y es por ello que el buen o mal funcionamiento del organismo, es debido a que hacemos una ingesta inadecuada de estos alimentos que nos los proporcionan. El factor alimenticio es uno de los principales responsables de la aparición de trastornos lipídicos.


La búsqueda de información sobre los importantes trastornos lipídicos está justificada por su gran importancia como factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares, ya que es junto con la hipertensión, el tabaquismo y la alimentación inadecuada, uno de los principales factores que predisponen a padecer una cardiopatía coronaria. 

Así que es importante conocer cómo controlar los niveles de colesterol en la sangre (con el índice aterogénico) y de los triglicéridos, que en conjunto conforman el llamado perfil lipídico. Además, también es necesario que el paciente conozca una serie de pautas y medidas que pueden adoptar para evitar o reducir la presencia de trastornos lipídicos; así como la importancia de los fármacos para el tratamiento de estos trastornos metabólicos.

El conocimiento adecuado de las características de los diferentes fármacos, de sus  indicaciones y contraindicaciones, y el reconocimiento de sus efectos secundarios,  mejorará el empleo de los mismos y la evolución que tendrán en el paciente.

Definición de Lípidos:

Los lípidos son una especie de grandes depósitos de energía. Éstos están constantemente almacenando o separando en función de las necesidades del organismo. Los lípidos también proporcionan apoyo estructural celular y facilitan la comunicación entre las células.

Definición de Trastornos lipídicos:

Generalmente se denomina trastornos lipídicos a cualquier alteración en los niveles normales de los lípidos en sangre. De forma mayoritaria nos referimos al aumento de los niveles de colesterol (Hipercolesterolemia) y de triglicéridos (Hipertriglicidemia).  Este trastorno ocurre cuando la persona tiene demasiadas sustancias grasas en la sangre, como el colesterol y los triglicéridos, entre otros.

Un trastorno lipídicos incrementa el riesgo de ateroesclerosis (obtenida con el índice aterogénico) y de cardiopatía. 
Veamos los tipos de lípidos.

Los triglicéridos:

Son los más abundantes, se denominan también grasas neutras, que forman una amplia familia de lípidos en los que todos se caracterizan por tener tres ácidos grasos unidos a un núcleo químico glicerol. Los triglicéridos son la principal forma de almacenamiento de grasa en el cuerpo y el único tipo de lípido que constituye una importante fuente de  energía. Supone el 90% de todos los lípidos del cuerpo.

Los fosfolípidos:

Este tipo de lípidos es esencial para formar las membranas plasmáticas. Los fosfolípidos más conocidos son las lecitinas, que se encuentran en una elevada concentración en la yema del huevo y en la soja. Recomendados en su día como un tratamiento natural para las concentraciones elevadas del colesterol, los estudios controlados no han demostrado que la lecitina sea un remedio para enfermedades del sistema nervioso central, como la enfermedad del Alzheimer y los trastornos bipolares.

Los esteroides:

Un grupo diverso de sustancias con una estructura química común llamada núcleo (o anillo) de esterol, es el esteroide mejor conocido y su papel se encuentra en la producción de la aterosclerosis.

Colesterol:

Es un componente natural y vital de las membranas plasmáticas; el colesterol sirve de elemento estructural básico de varios compuestos esenciales entre los que incluyen la vitamina D, los ácidos biliares, el cortisol, el estrógeno y la testosterona. Aunque el colesterol es claramente esencial para la vida, el cuerpo sólo lo necesita en pequeñas cantidades. Además, el hígado es capaz de sintetizarlo en cantidades suficientes a partir de otros compuestos.

El colesterol de la dieta proviene exclusivamente de los productos de origen animal. La American Heart Association recomienda una ingesta diaria de colesterol inferior a los 300mg.