Texto técnico
Los cambios en el estilo de vida deben incluirse siempre en cualquier tratamiento para reducir las concentraciones sanguíneas de lípidos. Muchos pacientes con valores en el límite pueden controlar por completo su dislipemia con medidas no farmacológicas.
Los cambios en el estilo de vida deben incluirse siempre en cualquier tratamiento para reducir las concentraciones sanguíneas de lípidos. Muchos pacientes con valores en el límite pueden controlar por completo su dislipemia con medidas no farmacológicas.
Es importante señalar que todos los factores del estilo de vida, para reducir las concentraciones sanguíneas de lípidos también sirven para combatir enfermedades cardiovasculares.
Dado que muchos pacientes en tratamientos con fármacos hipo-lipemiantes también presentan una enfermedad cardiovascular subyacente, los cambios en su estilo de vida son especialmente importantes. Para enfatizar la importancia de estos cambios, debe explicarse a los pacientes que todos los fármacos utilizados para tratar la hiperlipemia, tienen efectos secundarios y que hasta donde sea posible mantener las concentraciones normales de los lípidos -sin tratamiento farmacológico- debería ser un objetivo terapéutico.
A continuación se describen los cambios en el estilo de vida más importantes para reducir los lípidos:
*Medir regularmente las concentraciones sanguíneas de lípidos, según las instrucciones del médico.
*Mantener el peso en un nivel óptimo.
*Seguir un plan de ejercicio físico controlado médicamente.
*Reducir la ingesta de grasas saturadas y de colesterol.
*Aumentar el contenido de fibra soluble en la dieta, como la que se encuentra en el salvado, las manzanas, las legumbres, el pomelo y el brécol.
*Reducir o eliminar el consumo de tabaco.
Los nutricionistas recomiendan que la ingesta diaria de grasas suponga menos del 30% del total de las calorías de la dieta. La ingesta de colesterol debe reducirse tanto sea posible, sin superar los 300mg/ día. El paciente debe reducir las grasas saturadas de la dieta, al igual que el colesterol, para controlar la cantidad que es sintetizada en el hígado, y en último término, lograr una reducción de las concentraciones sanguíneas de colesterol.
El NCEP recomienda ahora el uso de esteroles y estanoles vegetales para reducir las concentraciones sanguíneas de colesterol. Estos lípidos vegetales tienen una estructura similar al colesterol y por lo tanto compiten con él en absorción en el tracto digestivo. Cuando el cuerpo absorbe los esteroides vegetales, se excreta el colesterol. Cuando se transporta menos de esta sustancia al hígado, aumenta la captación de las LDL, reduciéndose por lo tanto, las concentraciones de las LDL en suero (el colesterol malo).
*Reducir la ingesta de grasas saturadas y de colesterol.
*Aumentar el contenido de fibra soluble en la dieta, como la que se encuentra en el salvado, las manzanas, las legumbres, el pomelo y el brécol.
*Reducir o eliminar el consumo de tabaco.
Los nutricionistas recomiendan que la ingesta diaria de grasas suponga menos del 30% del total de las calorías de la dieta. La ingesta de colesterol debe reducirse tanto sea posible, sin superar los 300mg/ día. El paciente debe reducir las grasas saturadas de la dieta, al igual que el colesterol, para controlar la cantidad que es sintetizada en el hígado, y en último término, lograr una reducción de las concentraciones sanguíneas de colesterol.
El NCEP recomienda ahora el uso de esteroles y estanoles vegetales para reducir las concentraciones sanguíneas de colesterol. Estos lípidos vegetales tienen una estructura similar al colesterol y por lo tanto compiten con él en absorción en el tracto digestivo. Cuando el cuerpo absorbe los esteroides vegetales, se excreta el colesterol. Cuando se transporta menos de esta sustancia al hígado, aumenta la captación de las LDL, reduciéndose por lo tanto, las concentraciones de las LDL en suero (el colesterol malo).
Los esteroles y los estanoles vegetales, se pueden obtener de diversas fuentes que incluyen: el trigo, el maíz, el centeno, la avena, la cebada, el arroz, así como los grupos secos y el aceite de oliva.
Comercialmente, los estanoles y esteroles se encuentran en productos enriquecidos con reductor, en margarinas, en salsa de ensaladas, en ciertos cereales de desayuno y algunos zumos de fruta, según la AHA, la dosis diaria recomendada de esterol y estanoles vegetales es de 203 g.
Blog que desarrolla información sobre el índice aterogénico y temáticas similares.
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