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domingo, 24 de julio de 2016

Clasificación de la aterosclerosis, parte II

Clasificación de la aterosclerosis, parte II
Texto técnico. Aterosclerosis tipo III (lesión intermedia)

Aparecen en algunos engrosamientos adaptativos de la capa íntima (sitios con tendencia a la progresión), se observan en arterias de adultos jóvenes y se caracterizan por la presencia de cúmulos de lípidos en el espacio extracelular. 

A las lesiones tipo III sólo se les clasifica así cuando constituyen un puente morfológico y químico entre las lesiones tipo II y los ateromas (ateroma clasificado como lesión tipo IV, la primera lesión considerada como avanzada con base en criterios histológicos: núcleo lípido, desorganización de la íntima y deformación de la pared arterial con predisposición a la progresión súbita y a provocar eventos isquémicos). Por lo anterior, al tipo III de lesión se le denomina lesión intermedia, transicional o preateroma.

Las características histológicas de la lesión tipo III consisten en gotas y partículas de grasa en el espacio extracelular, que confluyen para formar acúmulos entre las capas de células musculares lisas en el engrosamiento adaptativo de la íntima. Tales acúmulos se sitúan justo debajo de las capas de macrófagos y células espumosas, reemplazando a la matriz intercelular de proteoglucanos y fibras, y rechazando a las células musculares lisas (con y sin gotas de grasa en su interior).

Tipo IV
En las lesiones tipo IV, una densa acumulación de lípidos en el espacio extracelular ocupa una región extensa, pero bien definida de la íntima, denominada núcleo lípido. El incremento en el tejido fibroso no es una característica, y las complicaciones, como los defectos de la superficie de la lesión y la trombosis no están presentes. Este estadío de lesión también se conoce como ateroma, y se considera la primera de las etapas avanzadas de aterosclerosis por la grave desorganización de la íntima causada por el núcleo lípido. El núcleo característico surge por el incremento de los pequeños acúmulos extracelulares que caracterizan a la lesión tipo III y su confluencia.

Algunas de las células musculares lisas dispersas pueden presentar calcificaciones en sus organelos, y los núcleos de lípidos pueden contener partículas de calcio. Entre el núcleo lípido y la superficie de células endoteliales, la íntima contiene macrófagos y células musculares lisas con o sin inclusiones de gotas de lípidos. Los linfocitos y mastocitos también pueden identificarse en dicha región. Los capilares rodean al núcleo de lípido, en particular en los márgenes laterales y en el que da la cara hacia el lumen.

En las lesiones tipo IV, la capa de tejido entre el núcleo lípido y el endotelio aún es, en su mayor parte, la íntima que persistió con el desarrollo de la lesión, pero cuando esta íntima “casi normal” cubre al núcleo lípido, sufre un incremento de tejido fibroso (principalmente colágena), entonces la lesión se clasifica como tipo V. En cambio, si en este ateroma se forma una fisura, se clasifica como lesión tipo VI.

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