Indice aterogénico - La información más completa: Grasas buenas y grasas malas

domingo, 7 de agosto de 2016

Grasas buenas y grasas malas

Indice aterogénico y grasas
Temática principal del blog: índice aterogénico

El fantasma del colesterol y sus consecuencias tienen una solución eficaz y duradera: los ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, presentes en los pescados de mar y en los aceites vegetales.

Incluyendo estos alimentos en la dieta cotidiana, se puede mantener el equilibrio entre el colesterol malo, o LDL, y el bueno o HDL, lo que disminuye en gran medida el riesgo de enfermedades coronarias, hipertensión e infarto de miocardio.

Para comprender los beneficios de estas sustancias, conviene saber un poco más del funcionamiento de nuestro cuerpo.

Nuestro organismo necesita para su subsistencia en salud una determinada cantidad de lípidos (grasas) a partir de las cuales elabora otras sustancias, los ácidos grasos, fundamentales para la estructura de las células,

Generalmente, los occidentales consumimos esas grasas en alimentos de origen anima -lácteos, carnes blancas y rojas, huevos- formados por ácidos grasos saturados, que permanecen sólidos a temperaturas ambiente.

Y entre esas grasas se encuentra el colesterol malo o LDL, abreviatura en inglés de "lipoproteína de baja densidad". Esta sustancia necesaria para que el hígado elabore bilis, cuando llega en cantidad excesiva comienza a depositarse en las arterias, obstruyendo el paso de la sangre, porque achica el diámetro de esos vasos sanguíneos y endurece sus paredes. Entonces, todas las células del cuerpo se ven perjudicadas porque se ven no les llega el alimento suficiente.

Sin embargo, hay en la naturaleza otro tipo de grasas, llamadas insaturadas, que permanecen líquidas a temperatura ambiente; que no se depositan en las arterias aunque se consuman en exceso, sino que atrapan las moléculas de grasa saturada y las transportan hasta que son eliminadas. Entre ellas está el colesterol "bueno" o HDL (lipoproteína de alta densidad), formada por ácidos grasos Omega 3 y Omega 6. Si se mantiene el equilibrio entre el colesterol bueno y el malo que ingerimos, el primero neutraliza la acción del segundo.

No hay comentarios: